miércoles, 26 de agosto de 2009

Repicar las campanas del pueblo


El sonido de las campanas de un pueblo como el nuestro traen muchos recuerdos a la memoria. Independientemente de las ideas religiosas forman parte de la costumbre y son escuchadas por todos en casi todos los rincones de San Pedro. Marcan el inicio y mitad del día, las alegrías y tristezas. Es un sonido inigualable, fresco, una mezcla entre lo suave y lo fuerte. Cuando estaban descanzando hacían mucha falta y cuando están muy presentes pueden pasar desapercibidas de manera inconciente. Han sido fuente de inspiración de muchos de nuestras madres y padres. Para ellas hay incluso poemas, sonrisas y lagrimas.

Repicar las campanas de forma natural no es igual a que estuvieran accionados de forma autómata por temporizadores electronicos e instrumentos mecánicos.

Suelen ser de bronce, incluso se utiliza el hierro y existen en una variedad de tamaños, ejemplo de ello es que casi en todas las ecuelas se acostumbra a tener una campana para que los estudiantes salgan a recreo, mientras en otros lugares las han reemplazado por un timbre.

Y usted que piensa de las campanas?


Mientras se reconstruía el campanario dañado por los terremotos del 2001

lunes, 24 de agosto de 2009

Cosecha de anonas

Anonas
Anonas

Anona blaca
Anona blanca

Anona morada
Anona morada

En todo San Pedro está por finalizar la cosecha de anonas de toda variedad, tamaño y sabor. Este fruto es familia de la guanaba, la cincuya, la anona de monte y otras. Se cosecha en época lluviosa una vez al año. Se acuesta el campesino y al amanecer se encuentra con la anona "reventada" y lista para ser cortada, un fenómeno maravilloso de la naturaleza. El valor económico disminuye a medida aumenta la cosecha. Se llega al extremo de consumirlas en lugar de venderlas por el precio tan bajo. El nombre y la especie puede variar en cada país y se cultiva en clima tropical.