La idea de unir nuestro pueblo con el Municipio de San Juan Tepezontes se ha convertido en el sueño de algunos. Piensan construir una carretera y puente sobre el río Jiboa, utilizando la calle principal del Cantón Hacienda Vieja que conduce a dicho río.
El pasado jueves 22 de julio se llevó a cabo una reunión a donde se esperaba contar con la asistencia de las autoridades de ambos Municipios, los Alcaldes, la ADESCO (Asociación de Desarrollo Comunal de Hacienda Vieja) y los Párrocos. Sin embargo; no hubo representación alguna de San Juan Tepezontes. Ante lo cual, se reprogramó nueva reunión para los primeros días de Agosto.
Esta vez, Don Napoleón Montano y Doña Victoria Angulo, colaboradores voluntarios y amigos de nuestro pueblo y de Hacienda Vieja, son los impulsores de tal iniciativa, que también ha sido considerada por otras personas en épocas anteriores, pero que hasta hoy se están realizando acciones encaminadas con dicho objetivo. Tienen claridad sobre la necesidad de unir esfuerzos para lograr el la meta, así como del apoyo de instituciones locales y nacionales y extranjeras.
Hasta hoy, no se tiene claridad de avances concretos en cuanto a estudios sobre la idea. Da la impresión que está en ideas, en sueño que podría ser realidad, pero nada es fácil, tampoco imposible.
Frente a ello surge la necesidad de consultar con los ciudadanos directamente relacionados, afectados o beneficiados. Así como tener claros los objetivos y los resultados que puedan beneficiar a nuestra gente. Sin olvidar el alto impacto mediambiental en la zona, comprometiendo a las futuras generaciones.
Alguien expresaba que "no hay que endiosar al progreso como que sin el no se pudiera vivir", y otra idea a tomar en cuenta es el tipo de desarrollo que se persigue y si la gran mayoría de Sampedranos serían beneficiados de manera directa o indirecta.
Comprendo que la visión de este proyecto, estaría vinculada con el tema turismo, pero para alcanzar a ofrecer opciones reales y satisfactorias en el tema, falta realizar mucho trabajo. Ello nos conduce a la idea de comenzar por el principio y de hacer primero lo primero.
La opinión de algunos Sampedranos coincide en que antes hay que ordenar la casa, reparar las deterioradas calles que existen hasta hoy, como hacia los Cantones, y la que conduce al desvío hacia Zacatecoluca; así como proyectos beneficiosos para la gente, y despues pensar en todo lo demás.
A primera vista, la idea de este proyecto suena muy atractiva. Se supone que con ello se ahorraría tiempo para llegar a la Capital, pero a pesar de no existir estudios claros, se dice que es muy poco lo que se ahorraría. Además la altura del Municipio de San Juan Tepezontes es mayor a la nuestra. Y sin olvidar el riezgo existente en dichas carreteras en todos los sentidos, además de la delincuencia.
Lo importante es que se explique a las personas, con estudios serios, lo bueno, lo malo y lo feo que conlleva la realización de este tipo de sueños. Y de nuestra parte, esperamos que todo se haga de manera correcta, que reflexionemos y valoremos lo que tenemos, así como lo que perderíamos como costo de un verdadero o aparente desarrollo. Y estar dispuestos a obedecer el consenso de la mayoría de ciudadanos debidamente informados sobre beneficios y consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
Podemos sacrificar poco por mucho, pero no mucho por poco.
El pasado jueves 22 de julio se llevó a cabo una reunión a donde se esperaba contar con la asistencia de las autoridades de ambos Municipios, los Alcaldes, la ADESCO (Asociación de Desarrollo Comunal de Hacienda Vieja) y los Párrocos. Sin embargo; no hubo representación alguna de San Juan Tepezontes. Ante lo cual, se reprogramó nueva reunión para los primeros días de Agosto.
Esta vez, Don Napoleón Montano y Doña Victoria Angulo, colaboradores voluntarios y amigos de nuestro pueblo y de Hacienda Vieja, son los impulsores de tal iniciativa, que también ha sido considerada por otras personas en épocas anteriores, pero que hasta hoy se están realizando acciones encaminadas con dicho objetivo. Tienen claridad sobre la necesidad de unir esfuerzos para lograr el la meta, así como del apoyo de instituciones locales y nacionales y extranjeras.
Hasta hoy, no se tiene claridad de avances concretos en cuanto a estudios sobre la idea. Da la impresión que está en ideas, en sueño que podría ser realidad, pero nada es fácil, tampoco imposible.
Frente a ello surge la necesidad de consultar con los ciudadanos directamente relacionados, afectados o beneficiados. Así como tener claros los objetivos y los resultados que puedan beneficiar a nuestra gente. Sin olvidar el alto impacto mediambiental en la zona, comprometiendo a las futuras generaciones.
Alguien expresaba que "no hay que endiosar al progreso como que sin el no se pudiera vivir", y otra idea a tomar en cuenta es el tipo de desarrollo que se persigue y si la gran mayoría de Sampedranos serían beneficiados de manera directa o indirecta.
Comprendo que la visión de este proyecto, estaría vinculada con el tema turismo, pero para alcanzar a ofrecer opciones reales y satisfactorias en el tema, falta realizar mucho trabajo. Ello nos conduce a la idea de comenzar por el principio y de hacer primero lo primero.
La opinión de algunos Sampedranos coincide en que antes hay que ordenar la casa, reparar las deterioradas calles que existen hasta hoy, como hacia los Cantones, y la que conduce al desvío hacia Zacatecoluca; así como proyectos beneficiosos para la gente, y despues pensar en todo lo demás.
A primera vista, la idea de este proyecto suena muy atractiva. Se supone que con ello se ahorraría tiempo para llegar a la Capital, pero a pesar de no existir estudios claros, se dice que es muy poco lo que se ahorraría. Además la altura del Municipio de San Juan Tepezontes es mayor a la nuestra. Y sin olvidar el riezgo existente en dichas carreteras en todos los sentidos, además de la delincuencia.
Lo importante es que se explique a las personas, con estudios serios, lo bueno, lo malo y lo feo que conlleva la realización de este tipo de sueños. Y de nuestra parte, esperamos que todo se haga de manera correcta, que reflexionemos y valoremos lo que tenemos, así como lo que perderíamos como costo de un verdadero o aparente desarrollo. Y estar dispuestos a obedecer el consenso de la mayoría de ciudadanos debidamente informados sobre beneficios y consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
Podemos sacrificar poco por mucho, pero no mucho por poco.
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