La mayoría de sampedranos optaron por el reencuentro familiar en casa, así como el reencuentro casual con viejas o recientes amistades, con los vecinos, etc.
La oportunidad de ver y platicar con personas que no se miraban desde hace buen rato, por culpa de la rutina saturada y estresante de la vida cotidiana, fué algo bonito.
Un respiro para la armonía familiar, la cercanía con el espacio físico que nos vió nacer. Ocasión extrañada y única en el año, que solo puede ser comparada con las festividades de fin de año, de navidad y año nuevo. Esta vez marcadas por el clima, lluvia y poco sol, parecía haber comenzado el invierno.
El día Virnes Santo, en el Vía Crusis, es donde se reúnen mas personas, tal como pudimos apreciar en las fotografías del día, con la intención de admirar la tradición o participar en ellas.
Allí parecen olvidarse las diferencias, todos muy "santitos", era la oportunidad de mirar hacia nuestro interior y evaluar las actitudes o comportamientos dentro y fuera de la sociedad sampedrana.
El trabajo esclavizante, pero indispensable para sobrevivir, cedió por un momento ante la necesidad de reponer energías que solo son posibles de retomar en el lugar que nos vió nacer.
El día sábado santo (de gloria), muchos tenían programado salir a pasear en familia o con amistades, dentro o fuera del pueblo, otros descanzar en casa, para regresar domingo o lunes para preparse para continuar con el trabajo, y lamentando que las vaciones pasaran tan rápido.
Quienes mas necesitaban vacaciones las valoraron y disfrutaron de mejor manera.
La oportunidad de ver y platicar con personas que no se miraban desde hace buen rato, por culpa de la rutina saturada y estresante de la vida cotidiana, fué algo bonito.
Un respiro para la armonía familiar, la cercanía con el espacio físico que nos vió nacer. Ocasión extrañada y única en el año, que solo puede ser comparada con las festividades de fin de año, de navidad y año nuevo. Esta vez marcadas por el clima, lluvia y poco sol, parecía haber comenzado el invierno.
El día Virnes Santo, en el Vía Crusis, es donde se reúnen mas personas, tal como pudimos apreciar en las fotografías del día, con la intención de admirar la tradición o participar en ellas.
Allí parecen olvidarse las diferencias, todos muy "santitos", era la oportunidad de mirar hacia nuestro interior y evaluar las actitudes o comportamientos dentro y fuera de la sociedad sampedrana.
El trabajo esclavizante, pero indispensable para sobrevivir, cedió por un momento ante la necesidad de reponer energías que solo son posibles de retomar en el lugar que nos vió nacer.
El día sábado santo (de gloria), muchos tenían programado salir a pasear en familia o con amistades, dentro o fuera del pueblo, otros descanzar en casa, para regresar domingo o lunes para preparse para continuar con el trabajo, y lamentando que las vaciones pasaran tan rápido.
Quienes mas necesitaban vacaciones las valoraron y disfrutaron de mejor manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario