El ambiente es distinto al del recibimiento donde todo es alegría. Mañana de cada 6 de febrero. Muchos derraman lágrimas por el regreso de los niños y peregrinos. Caminan por el mismo camino donde vinieron, pasan por Cantón El Lazareto, Ostuma y el río Jiboa, hasta San Ramón Cuscatlán.
Del año pasado
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